Nació el 24 de julio de 1832 en la Ciudad de México, en los días presidenciales de Anastasio Bustamante. Cuando tenía cuatro años ocurrió la secesión de Texas y a los quince testificó la invasión estadounidense.
En esos tiempos los jóvenes que recibían educación apenas estaban rompiendo con la tradición que los orientaba a integrarse únicamente al clero o a la milicia. Los más modernos buscaban ser abogados y participar en política, pero García Cubas sintió una vocación distinta y encontró el camino de las ciencias y la ingeniería.
Comenzó su trayectoria profesional en 1850, al cumplir dieciocho años, colaborando en la Dirección General de Industria del gobierno, mientras estudiaba aún en el Colegio de San Gregorio. El presidente era José Joaquín de Herrera y hacía poco que su predecesor, Manuel de la Peña y Peña, había firmado el Tratado de Guadalupe Hidalgo, cediendo por la fuerza la mitad del territorio nacional a la nación invasora.
Aquellos tiempos trágicos eran de grandes desórdenes administrativos, pero algunos ilustres profesionales comprendían las urgencias del país y dedicaban sus esfuerzos a la formación de una juventud interesada en cuestiones de mayor provecho público. Fue en este contexto que, del Colegio de Ingenieros de México, surgió Antonio García Cubas.
En 1856, con veinticuatro años, se unió a la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística.
En 1859, en plena Guerra de Reforma, García Cubas contaba veintisiete años y no tenía título de ingeniero aún. Por encargo del Ministerio de Fomento de la república publicó el Atlas Geográfico, Estadístico e Histórico de la República Mexicana, su primera gran obra.
El país fue intervenido nuevamente en 1861, ahora por Francia, que instaló en la capital una corte representada por el aristócrata europeo Maximiliano de Habsburgo. El gobierno nacional mexicano fue desplazado de la Ciudad de México. La Sociedad de Geografía y Estadística y otras instituciones nacionales con sede en la ciudad tuvieron que colaborar con el régimen invasor.
En 1861, justo antes de la invasión, acababa de publicar García Cubas la Carta de la República Mexicana. A pesar de sus referencias republicanas, dada la iniciación de la obra en tiempos previos, fue tomada por la corte extranjera y reimpresa en 1863. Los franceses le encargaron a García Cubas la reelaboración de ese trabajo, ahora con referencia al Imperio Mexicano, pero éste se negó y poco después dejó de colaborar con los invasores.
El gobierno mexicano, encabezado por Benito Juárez, no dejó de funcionar en ningún momento a pesar de la invasión. Reinstalándose alternativamente en distintas ciudades al norte del país, el gobierno resistió hasta que, a finales de 1866, el acoso de Prusia obligó a los franceses a devolver los ejércitos que tenían en nuestro país a Europa. Maximiliano no se retiró con el resto de los invasores, quedando únicamente reforzado por los militares conservadores mexicanos.
Los soldados republicanos de inmediato derrotaron a los defensores del aristócrata extranjero y este fue ejecutado en junio de 1867. Benito Juárez, sin contratiempos, volvió a instalar el gobierno en la Ciudad de México.
Juárez le dio nombramiento a Antonio García Cubas en 1868 dentro de la Secretaría de Hacienda. Ahí reeditó entonces la Carta General de la República y participó en la restauración institucional.
En 1876, siendo ya Porfirio Díaz presidente, a Antonio García Cubas se le retiró su plaza en la Secretaría de Hacienda. Desempeñándose en ámbitos privados desde entonces, continuó con su obra ingenieril y editorial, publicando aún trabajos notables como el Atlas Histórico y Pintoresco de los Estados Unidos Mexicanos en 1885 y el Diccionario Geográfico, Histórico y Biográfico de los Estados Unidos Mexicanos en cinco volúmenes, editados entre 1888 y 1891.
Le alcanzó la vida a García Cubas para presenciar el fin de la presidencia de Porfirio Díaz. A los 79 años, vio la llegada de Francisco I. Madero a la presidencia.
Poco después, Antonio García Cubas murió en la CDMX, el 13 de febrero de 1912, unos meses antes de cumplir los 80 años.
El amplio y elaborado legado que dejó, coloca a Antonio García Cubas entre los personajes más impresionantes de la historia nacional. Hoy lo recordamos a 185 años de su natalicio.
24 de julio del 2017
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