Cristóbal Colón

A finales del siglo XV un navegante, probablemente oriundo de Génova, cuyo nombre era Cristóforo Colombo, concibió el proyecto de circunnavegar el globo terráqueo en el contexto de la competencia imperial de la Europa renacentista.

Cristóforo era conocedor de los estudios del erudito florentino Paolo Toscaneli, quien había publicado un mapamundi en la década de los 70 del siglo XV. Basado en él, Colombo ofreció un proyecto de navegación hacia el lejano oriente, pero avanzando por occidente, al rey portugués Juan II.

El rey portugués buscaba llegar a China dándole la vuelta a África, ante la imposibilidad de llegar directamente desde Europa, dado el establecimiento del Imperio Otomano enmedio de ambos continentes.

Retrato de Cristóbal Colón por Sebastiano del Piombo en 1519

La más precisa medición de nuestro planeta (con menos de 15% de error) había sido elaborada en los tiempos de la Antigua Grecia por Eratóstenes de Cirene (año 240 aC), quien la calculó en 250 mil estadios griegos (39.6 mil kilómetros -contra los 40 mil que los satélites artificiales actuales nos indican-).

Ciento cincuenta años más tarde (100 aC), Posidonio de Apamea revisó los cálculos de Eratóstenes, bajando la medida a 240 mil estadios (38 mil km), alejándose un poco de la precisión real.

En el siglo II dC Claudio Ptolomeo, basado en las mediciones de Posidonio, publicó un compendio de mapas en su obra Γεωγραφικὴ ὑφήγησις (Geografikí Yfígisis).

Paolo Toscanelli a mediados del siglo XV elaboró su mapamundi basado en la obra de Ptolomeo. El sabio de Florencia supuestamente había obtenido una traducción bizantina de la obra de Ptolomeo, la cual habría presentado las distancias medidas en codos. Sin contar con total precisión en el valor del codo, al convertirlo a millas náuticas (unidad cuyos valores cambiaban en cada reino europeo), terminó presentando la circunferencia terrestre con una medida equivalente a aproximadamente 29 mil kilómetros actuales.


Mapa de Toscanelli

Y basado en esa medida, Cristóforo Colombo le llevó su proyecto a Juan II de Portugal entre 1483 y 85.

Los asesores de la corte de Juan II le advirtieron al rey de las dimensiones convertidas erráticamente por Toscaneli. Completamente actualizados en teorías de geografía, náutica y exploración, desaconsejaron la empresa de Colombo, cuyas estimaciones proponían distancias muy menores, sin buen pronóstico para cualquier expedición sustentada en ellas.

Pero el proyecto colombino presentaba los datos científicos sólo para convencer a los posibles patrocinadores, como mero requisito para la financiación. Cristóforo Colombo, navegante más práctico que científico, parecía estar realmente basado en testimonios empíricos de expediciones previas.

Según Bartolomé de las Casas, una fortuita expedición anterior, al perderse en el Atlántico, alcanzó el Caribe. De ella sólo hubo un sobreviviente, quien milagrosamente volvió a Europa.

Ese misterioso a sobreviviente, a punto de morir, revelaría a Colombo los pormenores de las rutas seguidas.

Colombo también había estado en Inglaterra unos años antes, donde habría leído las Sagas de Vinlandia (crónicas de las expediciones vikingas a cargo de Erik el Rojo y Leif Eriksson por el Atlántico norte, desde la actual Islandia hasta lo que hoy es Canadá, pasando por lo que hoy es Groenlandia).

Retrato de Colón por Ridolfo Ghirlandaio en 1520

El proyecto de Cristóforo Colombo, haciendo otra vez hincapié en las mismas erróneas estimaciones de Toscaneli, fue presentado en 1490 a los reyes de Aragón y Castilla, Fernando e Isabel. Nuevamente, el proyecto fue rechazado, pues estos reyes estaban ocupados en la guerra de Granada, último bastión musulmán en Iberia.

Mientras Bartolomeo Colombo, hermano del ya desesperado navegante, se disponía a presentar el proyecto en Francia e Inglaterra, los reyes católicos lograron al fin derrotar al rey moro Boabdil en enero de 1492, consumando con ello la llamada Reconquista. El ánimo de los reyes y su sentido de oportunidad les llevaron a apresurarse a tomar el proyecto de Colombo, aunque después de la guerra estarían escasos de recursos para ello. Se las arreglaron para financiar una expedición que, de fracasar, los podría aproximar a la ruina, cuando recién por fin habían expulsado por completo a los musulmanes de la península Ibérica.

Cristóbal Colón, ya español, navegando hacia occidente, alcanzó las tierras esperadas, aunque sin la certeza total de lo alcanzado. Dadas las medidas del mapa de Toscaneli supuso que había arribado a Las Indias, es decir, a Asia.

Desembarco de Cristóbal Colón en América, óleo de 1862 de Dióscoro Teófilo Puebla.

Pasó algún tiempo para que se dieran cuenta los europeos de que lo alcanzado no eran las Indias, sino otro continente. Por eso al principio se refirieron a esas tierras como las Indias Occidentales.

La apuesta de los reyes católicos por un proyecto científicamente mal planteado, les valió el posicionamiento de España entre las potencias imperiales antes de medio siglo, al haber dado el primer paso para tomar el control de un continente que pudo haberse llamado Colombia.

12-10-2015

En la conmemoración del 523 aniversario del primer viaje de Colón al continente.

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